En un mundo donde más de 800 millones de personas enfrentan el hambre cada día, el desperdicio de alimentos emerge no sólo como un dilema ético, sino también como un desafío medioambiental y económico.
Cada año, toneladas de alimentos perfectamente consumibles terminan en los vertederos o basurales, mientras que una parte de los recursos utilizados para producirlos, como el agua, la tierra y la energía, se desperdician en vano (1).
Este artículo busca arrojar luz sobre este problema creciente, explorando las causas subyacentes y proponiendo soluciones prácticas. Acompáñanos en este viaje de conciencia y acción, donde cada pequeño esfuerzo cuenta para construir un futuro más sostenible y justo para todos.
Según el libro “Bioresource Technology” publicado en 2018, cada año, se pierden o desperdician a lo largo de la cadena de suministro alrededor de 1.300 millones de toneladas de la producción mundial de alimentos, generando grandes problemas sociales, ambientales y económicos (1).
Desde 1974, la cantidad de desperdicio de alimentos en los EE. UU. ha aumentado en un 50 % y actualmente se desechan alrededor de 38 millones de toneladas de desperdicios de alimentos anualmente, de los cuales el 76,3 % se deposita en vertederos. En la Unión Europea, cada año se generan alrededor de 98 millones de toneladas de desperdicio de alimentos. En Latinoamérica y el Caribe, se estima una pérdida de 220 toneladas de alimentos anualmente. Por otro lado, en China se eliminan más de 90 millones de toneladas de residuos de alimentos por año y se espera que estas cifras sigan creciendo, debido al crecimiento demográfico y la creciente urbanización (1). Además, la producción de alimentos representa del 21 al 37% de los gases de efecto invernadero (GEI) a nivel mundial, incluyendo los desperdicios alimentarios.
Recuperar energía y nutrientes del desperdicio de alimentos no sólo constituye una oportunidad económica sustancial, sino que también es un requisito esencial para el desarrollo sostenible de la sociedad humana.
El desperdicio de alimentos puede estar presente en toda la cadena de suministro de alimentos: producción, procesamiento, distribución, almacenamiento, venta, preparación, cocción y servicio de alimentos. Sin embargo, muchas veces el término “desperdicio de alimentos” se utiliza para referirse sólo a la etapa del consumidor, es decir al generado en hogares, restaurantes, cafeterías, en servicios de alimentación de escuelas y hospitales (2).
Asimismo, el estudio sobre las causas del desperdicio de alimentos durante la producción y la distribución es escaso, y la mayor evidencia con la que se cuenta, recae sobre la última etapa, que es la del consumidor.
Sin embargo, si bien falta más investigación y evidencia acerca de las verdaderas causas de tanto desperdicio de alimentos durante toda la cadena alimentaria a nivel global, podemos nombrar algunas causas para entender la problemática y buscar posibles soluciones.
Este aspecto es más general y no enfocado solamente a la última etapa:
El desperdicio de alimentos tiene un impacto ambiental significativo que se extiende a lo largo de toda la cadena de suministro alimentario. Los puntos clave del impacto incluyen:
En resumen, el desperdicio de alimentos tiene un impacto ambiental considerable, que se agrava a medida que los alimentos avanzan en la cadena de suministro, y que tanto la producción de ciertos tipos de alimentos como el comportamiento del consumidor pueden tener un impacto significativo en las emisiones ambientales (3).
Entonces, ¿qué se puede hacer?
No todas son malas noticias. Existen organizaciones, entidades, empresas y aplicaciones que buscan colaborar con la problemática. Algunos ejemplos de ellos: Kigüi, Good Meal, The Imperfect Project, entre otros, que al apoyarlos con colaboraciones o compras, se está aportando a la mejora de la situación global.
Por otro lado, en la siguiente tabla desglosamos las acciones que se pueden llevar a cabo y a su vez sus desafíos asociados, para que cada persona, retail, u organismo, pueda contar con ideas y así implementarlas buscando alternativas para los desafíos de cada caso.
Potenciales de Acción | Desafíos |
1. Optimizar las fechas de caducidad en los rótulos alimentarios | Educación efectiva a los consumidores sobre su comprensión y uso correcto a través de herramientas bien planificadas. |
2. Modificar las expectativas y percepciones de los consumidores | Cambio en los estándares sobre la estética «correcta» de los alimentos (muchas veces los alimentos considerados «no estéticos» son los más naturales y se encuentran en perfecto estado de consumo). Debates sociales impulsados por ONGs para fomentar reflexión sobre el tema. |
3. Mejorar el comportamiento de gestión de alimentos en el hogar | Cambiar comportamientos arraigados de desperdicios de alimentos. Colaboración entre múltiples actores para proporcionar herramientas prácticas y así lograr una mayor participación y motivación de los consumidores. |
4. Desarrollar estrategias de precios para alimentos «subóptimos» | Establecer una buena relación calidad-precio para insertar en el mercado de forma favorable los alimentos en estado “subóptimo” Aplicar reglas de bromatología que permitan consumir alimentos seguros. |
5. Adaptar el tamaño y las funciones de los envases | Cooperación con los productores para desarrollar envases que eviten el desperdicio. Determinar el tamaño del envase adecuado según la categoría de producto y el grupo de consumidores. |
6. Ejercer influencia a lo largo de la cadena de suministro para reducir el desperdicio en fases iniciales y finales | Negociación de los minoristas para influir en las fases iniciales de la cadena alimentaria. Alternativas a la eliminación cuando los alimentos no se pueden vender. |
7. Campañas educativas para consumidores sobre la gestión de alimentos | Requiere una estrategia de comunicación efectiva y sostenida en el tiempo. Puede haber resistencia cultural o de hábitos arraigados que dificulten el cambio de comportamiento. |
8. Promover la reutilización y reciclaje de alimentos | Puede requerir infraestructuras y tecnologías adicionales para facilitar la reutilización y el reciclaje de alimentos. |
9. Desarrollar aplicaciones y tecnologías para ayudar a los consumidores a gestionar mejor sus alimentos | Falta de acceso a la tecnología por parte de los consumidores, en ciertos sectores sociales. |
10. Colaboraciones con ONGs y activistas para fomentar la reflexión y educación | Puede llevar tiempo ver resultados significativos. Requiere una coordinación y colaboración efectiva entre diferentes actores. |
Limitaciones generales para abordar el desperdicio de alimentos | El desperdicio de alimentos en los hogares sólo puede minimizarse, no eliminarse completamente. El desperdicio global de alimentos es un síntoma de un sistema de producción y consumo insostenible. |
El desperdicio de alimentos es una problemática que se extiende a lo largo de toda la cadena de suministro, desde la producción hasta el consumo, y que tiene graves repercusiones tanto medioambientales como económicas y sociales. A pesar de que la mayor parte de la evidencia recae sobre el desperdicio generado en la etapa del consumidor, es imperativo abordar este problema en todas sus fases para poder mitigar sus efectos negativos.
En este contexto, se presentan diversas causas que contribuyen al desperdicio de alimentos, incluyendo desde fenómenos climáticos hasta prácticas agrícolas ineficientes y estándares estéticos que llevan a descartar alimentos perfectamente consumibles. Además, se destaca la falta de infraestructura adecuada y tecnología moderna en varias etapas de la cadena de suministro.
Afortunadamente, existen múltiples acciones potenciales que pueden implementarse para combatir este problema, aunque cada una conlleva sus propias limitaciones. Entre ellas, se encuentran la mejora del etiquetado de fechas de caducidad de los productos, la modificación de las percepciones de los consumidores y la promoción de una gestión más eficiente de los alimentos en el hogar, entre otros.
Es fundamental que cada sector involucrado, desde los productores hasta los consumidores, tome consciencia de la magnitud del problema y se comprometa a implementar soluciones prácticas y sostenibles. Solo a través de un esfuerzo conjunto y coordinado podremos construir un futuro más sostenible y justo para todos.
Licenciada en Nutrición Magalí Pezzarini
Nutrición Plant Based y clínica. Nutrición Deportiva.
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