Hipertensión: Tratamiento nutricional en el adulto mayor

La hipertensión arterial, es uno de los problemas de salud pública más importantes a nivel mundial. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1 de cada 4 mujeres, y 1 de cada 4 hombres la padecen, estimando que 1280 millones de adultos, de 30 a 79 años, en todo el mundo tienen hipertensión, lo que corresponde a un 26,4% de la población mundial aproximadamente. De hecho, se estima que esta cifra se incremente a 29,5%, para el año 2025.

Además, se estima que el 46% de los adultos con hipertensión, no saben que tienen la afección, por la carencia de síntomas. Sin embargo, es necesario prestar atención a signos de alarma y asistir a controles médicos, puesto que la hipertensión, es una de las principales causas de muerte prematura en todo el mundo. Por lo tanto, es fundamental identificar estrategias eficaces para prevenir o retrasar el progreso y complicaciones de la hipertensión arterial.

Una de las estrategias para el control de la hipertensión arterial, es el tratamiento nutricional. La dieta, desempeña un papel crucial en el control de la presión arterial, y en este artículo exploraremos las estrategias nutricionales efectivas para el tratamiento de la hipertensión en adultos mayores.

 

¿Qué es la hipertensión arterial?

Primero definamos, ¿Qué es la presión arterial?, la presión arterial es una medida de la fuerza ejercida contra las paredes de las arterias, cuando el corazón bombea sangre al cuerpo. Por lo tanto, la hipertensión arterial, es el término médico utilizado para describir la presión arterial alta.

La hipertensión arterial es una condición caracterizada por un aumento de la presión arterial en los vasos sanguíneos, y cuando se vuelve demasiado alta y persiste en el tiempo, puede dañar las arterias y los órganos, lo que lleva al corazón a un mayor gasto cardíaco.

La hipertensión afecta a un número significativo de adultos mayores. Sus consecuencias pueden incluir enfermedad cardiovascular, enfermedad renal y otros problemas de salud. Por lo tanto, comprender los riesgos asociados con la hipertensión arterial es fundamental para abordar su tratamiento nutricional de manera adecuada.

 

Causas y factores de riesgo de la hipertensión arterial en el adulto mayor

Existen factores modificables, y no modificables o subyacentes, que pueden incrementar el riesgo de desarrollar hipertensión arterial.

Dentro de los factores de riesgo modificables, se encuentran:

• Alimentación poco saludable (consumo excesivo de sal, dieta alta en grasas saturadas, trans, y bajo consumo de fibra, frutas y verduras).
• Inactividad física o sedentarismo
• Consumo de tabaco y alcohol
• Sobrepeso y obesidad

Mientras que, como factores de riesgo no modificables, se encuentran:

• Edad superior a 65 años: disminución de la elasticidad de las arterias
• Antecedentes familiares de hipertensión
• Enfermedades coexistentes: como Diabetes o enfermedad renal.

Además, es importante mencionar que las personas con hipertensión arterial, no suelen presentar síntomas, sin embargo, cuando hay una presión arterial muy elevada, se pueden presentar algunos síntomas como: dolores de cabeza, visión borrosa, dolor en el pecho, mareos, náuseas, respiración dificultosa, ansiedad.

Por lo tanto, comprender los factores de riesgo de la hipertensión, y estar atentos a los signos de alarma, es esencial para establecer un plan de tratamiento nutricional efectivo.

 

Importancia de la alimentación en el control de la hipertensión arterial

La modificación de la alimentación, es uno de los pilares más importantes en el tratamiento de la hipertensión arterial. Según las pautas estadounidenses y europeas actuales, se recomienda que las personas con hipertensión, ingieran frutas, verduras, cereales integrales y productos lácteos bajos en grasa, así como que disminuyan el consumo de carnes rojas, azúcar y grasas trans.

Por otro lado, se recomienda también reducir el consumo de sodio, aumentar la ingesta de potasio, calcio y magnesio, y seguir una dieta rica en fibra; todo esto con el objetivo de controlar la presión arterial elevada.

Sin embargo, estudios recientes mencionan que algunos patrones dietéticos, y nutraceúticos (alimentos que proporcionan beneficios para la salud, como la prevención y tratamiento de enfermedades), han demostrado un efecto reductor eficaz de la presión arterial.

 

Patrones dietéticos beneficiosos para el control de la hipertensión arterial

Dentro de los patrones dietéticos que han demostrado reducir la presión arterial elevada, se encuentran la Dieta DASH, la Dieta Mediterránea, y las Dietas Vegetarianas o Veganas.

• Dieta DASH

La dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension), o el “Enfoque dietético para detener la hipertensión” es una dieta baja en sal,  y con una alta ingesta de vegetales, granos integrales, algunos lácteos bajos en grasa, carnes magras (sin grasa), y una baja ingesta de carne roja, azúcar y grasas trans.

La dieta DASH se creó originalmente para ayudar a reducir la presión arterial alta, ya que no sólo se trata de una dieta baja en sal, sino que enfatiza los alimentos ricos en calcio, potasio, magnesio y fibra, que al combinarse, ayudan a disminuir la presión arterial. 

Además de promover la disminución de la presión arterial, la dieta DASH, también es una manera saludable de perder peso, y se asocia a una disminución del riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes.

• Dieta mediterránea

La dieta mediterránea, es rica en frutas, verduras, legumbres, cereales, lácteos (queso, yogur), pescados, aceite de oliva, y se consume muy poca cantidad de cárnicos. Las principales diferencias con la dieta DASH, es que la dieta mediterránea contiene una gran cantidad de alimentos que contienen polifenoles, como las aceitunas y el aceite de oliva extra virgen, así como, el preferir el consumo de alimentos con grasas vegetales, a diferencia de las dietas tradicionales, que son altas en grasas de origen animal.

Si bien la dieta mediterránea, tiene un impacto menos significativo en la presión arterial que la dieta DASH, según estudios, este patrón de alimentación, podría disminuir la presión arterial, el riesgo de enfermedades cardiovasculares, y la resistencia a la insulina. Asimismo, la dieta mediterránea contribuye a la disminución de grasa corporal y pérdida de peso (parte del tratamiento de la hipertensión arterial), y regula los niveles de triglicéridos y colesterol en sangre.

 

• Alimentación vegetariana y vegana

Las dietas vegetarianas, en las que se consumen algunos productos de origen animal, y las dietas veganas en las que se excluyen todos los alimentos y derivados de animales, se han asociado a un efecto reductor de la presión arterial, y a un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, según estudios. Esto, debido a que en estos estilo de alimentación, hay un menor consumo (o se excluyen totalmente), los alimentos de origen animal, los cuales contienen grasas saturadas y colesterol. Recordemos que el exceso de este tipo de compuestos (grasas saturadas y colesterol), se ha asociado a un mayor riesgo de hipertensión y enfermedades cardiovasculares.

Nutraceúticos para el control de la hipertensión arterial

Algunas moléculas naturales individuales, se asocian con una mejora significativa de la presión arterial elevada, siempre y cuando, se brinden en condiciones dietéticas controladas. Es por esto, que la Sociedad Europea de Hipertensión, publicó documentos que concluyen que existe suficiente evidencia clínica, de eficacia y seguridad para la suplementación dietética con jugo de remolacha, magnesio, vitamina C y bebidas ricas en catequina (como el té verde). 

Sin embargo, esta indicación y suplementación, siempre debe ser supervisada por un profesional de la salud. Además, según otros estudios, la actividad de estas sustancias nutraceúticas para disminuir la hipertensión arterial, aún se encuentra en investigación.

Recomendaciones adicionales para el manejo de la hipertensión arterial en el adulto mayor

Además de seguir una dieta adecuada, existen otras recomendaciones importantes para el manejo de la hipertensión arterial en los adultos mayores, como, por ejemplo:

• Limitar el consumo de alimentos procesados y controlar la ingesta de sodio es clave. Recordemos que los alimentos procesados tienen grandes cantidades de sodio y azúcares añadidos.
• Mantener un peso saludable a través de una alimentación equilibrada y realizar actividad física regularmente también son fundamentales para el control de la presión arterial.
• Algunos adultos mayores pueden enfrentar desafíos adicionales en el tratamiento nutricional de la hipertensión, como la interacción de ciertos medicamentos antihipertensivos con nutrientes y alimentos específicos. Además, algunas adaptaciones dietéticas pueden ser necesarias para abordar problemas de masticación, deglución y apetito. Estas consideraciones especiales deben ser controladas por un profesional de la salud.
• Si vas a ingerir algún suplemento, no olvides que este debe ser prescrito por un médico y/o nutricionista. La auto suplementación, puede traer graves consecuencias para la salud, o incluso progresar la enfermedad.

En conclusión, el tratamiento nutricional juega un papel fundamental en el manejo de la hipertensión arterial en los adultos mayores. Siguiendo una alimentación adecuada, rica en nutrientes esenciales y baja en sodio, combinada con estrategias como la dieta DASH o la dieta mediterránea, es posible controlar eficazmente la presión arterial. 

Es importante recordar que la adherencia a las recomendaciones dietéticas y el tratamiento médico, son clave para obtener resultados óptimos en el manejo de la hipertensión arterial en esta población.

 

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Pierina Vidal Del Carpio 

Licenciada en Nutrición y Dietética

Nutrición clínica

 

 

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