Ozempic, un fármaco que surge como tratamiento prometedor para revolucionar el manejo de la diabetes tipo 2, debido al aumento constante de esta enfermedad y sus complicaciones. La Federación Internacional de Diabetes, afirma que aproximadamente 415 millones de personas en todo el mundo tienen diabetes, y de estos casos, el 91% tienen diabetes tipo 2.
Asimismo, las complicaciones de la diabetes representan entre el 7 y 10% de todas las muertes en el mundo. Las personas diagnosticadas con diabetes tipo 2, tienen un mayor riesgo de desarrollar complicaciones vasculares como la enfermedad cardiovascular, enfermedad vascular periférica, accidente cerebrovascular, retinopatía y nefropatía; entre otros riesgos no vasculares, como el cáncer y la muerte prematura.
Por otro lado, la diabetes tipo 2 representa una de las comorbilidades más importantes asociadas con la obesidad. Se estima, que alrededor del 20% de los pacientes con obesidad tienen diabetes tipo 2, y el 89% de los pacientes con diabetes, tienen sobrepeso u obesidad. Por lo tanto, la diabetes requiere un enfoque terapéutico eficaz para controlar los niveles de glucosa en sangre, así como su comorbilidades y complicaciones asociadas.
En este escenario, Ozempic (Semaglutida) surge como una esperanza prometedora, por lo tanto, en este artículo, haremos un análisis exhaustivo de Ozempic como tratamiento para la diabetes. Conoceremos su mecanismo de acción, los resultados de los estudios clínicos más recientes, y examinaremos su seguridad, eficacia y consideraciones importantes para su administración.
La diabetes mellitus tipo 2 es el tipo más común de diabetes. Esto ocurre cuando el nivel de glucosa (azúcar) en sangre se encuentra demasiado elevado. La glucosa en la sangre, es la principal fuente de energía de nuestras células, para que nuestro cuerpo pueda realizar diversas funciones. La glucosa, se obtiene principalmente de los alimentos que contienen carbohidratos, y que consumimos diariamente.
Luego de la digestión de los alimentos, el páncreas produce insulina, una hormona que ayuda a que la glucosa entre a las células, para que se utilice como fuente de energía. Sin embargo, en la diabetes tipo 2, el cuerpo no produce suficiente insulina o esta no puede ser bien utilizada, por lo tanto, se quedan altos niveles de glucosa en la sangre, y esta no llega correctamente a las células de nuestro cuerpo.
Actualmente, la diabetes tipo 2 es tratada con medicamentos como la insulina inyectable o la metformina, un medicamento que controla los niveles de glucosa en sangre, y regula la cantidad de glucosa en el hígado. Tanto la insulina, como la metformina, pueden ser indicados solos o en conjunto para el tratamiento de la diabetes tipo 2, además de indicaciones dietéticas y práctica de actividad física.
Sin embargo, nuevos tratamientos para la diabetes, y sus comorbilidades y complicaciones (como la obesidad y las enfermedades cardiovasculares), han surgido en los últimos años. A continuación, te contamos más de Ozempic.
Ozempic, cuyo principio activo es la semaglutida, pertenece a la clase de medicamentos conocidos como agonistas del receptor del péptido similar al glucagón-1 (GLP-1). Es decir, que el ozempic imita la función de la hormona GLP-1, que se libera en el tracto gastrointestinal en respuesta a la comida, y, una de sus funciones es impulsar al cuerpo a producir más insulina (liberada por el páncreas), lo que reduce la glucosa (azúcar) en sangre.
Por lo tanto, el ozempic actúa estimulando la liberación de insulina, y reduciendo la producción excesiva de glucosa en el hígado, contribuyendo así al control de la glucosa en sangre.
Asimismo, la U.S. Food & Drug Administration (FDA), señala que la GLP-1, en cantidades más altas, también interactúa con las partes del cerebro que reducen el apetito y señalan una sensación de saciedad, por lo que esto ayudaría a controlar el peso corporal.
Ozempic está indicado para pacientes adultos diagnosticados con diabetes tipo 2, no controlada de manera satisfactoria. Asimismo, es indicada también para pacientes que no pueden tomar metformina, o puede utilizarse como terapia complementaria con otros medicamentos contra la diabetes.
Ozempic se administra mediante una solución inyectable, en plumas precargadas. Esta se inyecta bajo la piel del abdomen, el muslo o la parte superior del brazo, y sólo puede ser adquirida con prescripción médica.
Normalmente, Ozempic se administra 1 vez por semana, sin embargo, para conocer la dosis adecuada, es necesario consultar con un médico.
Actualmente, Ozempic es un medicamento aprobado por la U.S. Food & Drug Administration (FDA), para reducir los niveles de azúcar en sangre en adultos con diabetes mellitus tipo 2, acompañado de dieta y ejercicio. Además, Ozempic también está aprobado para reducir el riesgo de ataque cardíaco, accidente cerebrovascular o muerte en adultos con diabetes mellitus tipo 2 y enfermedad cardíaca.
Asimismo, la European Medicines Agency, concluyó que los beneficios de Ozempic observados en los estudios, fueron mayores que sus riesgos y recomendó autorizar su uso en Europa. Sin embargo, mencionan también que los efectos adversos que afectan al aparato digestivo se consideran controlables; mientras que, el empeoramiento de la retinopatía diabética (del cual se hablará más adelante) se investigará más a fondo.
Diversos estudios clínicos respaldan la eficacia y seguridad de Ozempic en el tratamiento de la diabetes tipo 2, proporcionando evidencia sólida de sus beneficios.
En el programa PIONEER, la semaglutida oral demostró ser eficaz para el control de la glucemia en todo el espectro de duraciones de la enfermedad, tratamientos de base y comorbilidades, como enfermedades cardiovasculares y enfermedad renal crónica. Además, durante el tratamiento con semaglutida oral, los pacientes lograron una pérdida de peso de 4,3 kg a las 52 semanas, incluyendo pacientes con insuficiencia renal y alto riesgo cardiovascular.
Sin embargo, mencionan también que en este estudio se evaluó la eficacia de semaglutida oral (recordemos que Ozempic es semaglutida en formato inyectable), y aunque los resultados en estudios son los mismos, hay que tener precaución al prescribirlos. Además, uno de los objetivos de este estudio fue ampliar las opciones de tratamiento para los pacientes, tener opciones de mejorar la adherencia al tratamiento, y tener una nueva opción para pacientes con preferencia por la terapia oral versus la inyectable.
En este estudio, la semaglutida (ozempic) se asoció con reducciones significativas y sostenidas en los niveles de hemoglobina glucosilada, en comparación con el placebo, y con tasas similares de hipoglucemia para ambos grupos. Además, se produjo una pérdida de peso clínicamente significativa y sostenida, y una reducción de la presión arterial sistólica en el grupo de semaglutida, versus el grupo de placebo durante 2 años consecutivos.
Asimismo, los pacientes tratados con semaglutida tuvieron un 26% menos de riesgo de muerte por causas cardiovasculares (infarto de miocardio o accidente cerebrovascular), a diferencia de aquellos que recibieron placebo.
Por otro lado, los pacientes tratados con semaglutida, tuvieron un riesgo menor de nefropatía nueva (o que ésta se agrave), pero tuvieron también un riesgo mayor de complicaciones de la retinopatía diabética (hemorragia vítrea, ceguera), a diferencia de los que recibieron placebo. En este estudio se menciona, la asociación entre la reducción rápida de la glucosa y el empeoramiento de la retinopatía en pacientes con diabetes.
En una revisión clínica publicada en el 2022, donde analizaron diversos estudios enfocados en el análisis de diversos tratamientos de la diabetes tipo 2, centrados en el peso corporal, concluyeron que los agonistas de GLP-1 (como la semaglutida u Ozempic) aumentan la secreción de insulina dependiente de glucosa, retrasan el vaciado gástrico y aumentan la saciedad. Asimismo, proporcionan una mejora del 0,8 al 1,5% de los niveles de glucosa en sangre.
A su vez, mencionan que el retraso del vaciamiento gástrico, se considera el predictor principal de la respuesta de pérdida de peso en pacientes que usan este tratamiento, y, los pacientes con un vaciado gástrico más rápido, responden mejor a los agonistas de GLP-1, como el Ozempic.
En un estudio publicado en el 2023, cuyo objetivo fue probar la hipótesis de que la semaglutida subcutánea, administrada una vez a la semana podría mejorar la permeabilidad intestinal y reducir la inflamación sistémica en participantes con diabetes tipo 2 y obesidad, se concluyó que existe un potencial de los agonistas del receptor GLP-1 (semaglutida) para mejorar la función de la barrera intestinal y prevenir las consecuencias negativas asociadas con la inflamación crónica (inflamación asociada en los pacientes con diabetes tipo 2).
En comparación con otros tratamientos, Ozempic ha destacado por su capacidad para ayudar en la pérdida de peso. Muchos pacientes experimentan una disminución del apetito y una sensación de saciedad al tomar este medicamento, lo que puede conducir a una reducción de peso, un aspecto importante en la gestión de la diabetes tipo 2. Sin embargo, es importante mencionar que la FDA, no lo aprobó como un medicamento “para disminuir de peso”.
Por otro lado, en comparación con algunas otras clases de medicamentos para la diabetes, Ozempic presenta un menor riesgo de causar hipoglucemia (niveles peligrosamente bajos de azúcar en sangre). Esto lo convierte en una opción más segura para muchos pacientes, especialmente aquellos con hipoglucemias frecuentes.
A pesar de sus beneficios, Ozempic no está exento de efectos secundarios. Los efectos adversos más frecuentes de Ozempic, que pueden afectar a más de 1 de cada 10 pacientes, son los problemas digestivos (como dolor abdominal, estreñimiento, diarrea, vómitos y náuseas), y son de intensidad leve o moderada, y de corta duración.
Otro efecto frecuente es el empeoramiento grave de la retinopatía diabética, la cual provoca daño en la retina y la membrana sensible a la luz situada en la parte posterior del ojo. Esta puede afectar hasta 1 de cada 10 pacientes también.
Asimismo, durante este año 2023, la FDA actualizó la etiqueta de Ozempic, para incluir el riesgo potencial de íleo (detención transitoria del movimiento intestinal) u obstrucción intestinal, así como un mayor riesgo de hipoglucemia, si se usa en combinación con insulina.
Por lo tanto, es esencial que los pacientes estén informados sobre estos posibles efectos adversos y que consulten con un profesional de la salud.
Si estás pensando en iniciar un nuevo tratamiento médico para diabetes tipo 2, con Ozempic (u otro medicamento similar), debes seguir estas recomendaciones:
Recuerda, aunque Ozempic ofrece beneficios significativos, su uso debe estar siempre supervisado por un profesional de la salud y combinado con un enfoque integral que incluya dieta y ejercicio para el manejo efectivo de la diabetes tipo 2.
Ozempic (Semaglutida) emerge como una opción prometedora en el tratamiento de la diabetes tipo 2. A través de su acción en la reducción de niveles de glucosa, su potencial en la pérdida de peso y su capacidad para minimizar riesgos cardiovasculares, ha generado una gran expectativa en la comunidad médica.
Aunque presenta efectos secundarios y consideraciones importantes, su respaldo científico y aprobación por agencias regulatorias apuntan hacia un avance significativo en el manejo integral de esta enfermedad. Sin embargo, es indispensable consultar con un médico especialista, antes de iniciar un nuevo tratamiento con Ozempic.
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Licenciada en Nutrición y Dietética
Nutrición Clínica
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