La hipertensión arterial es una de las principales causas de muerte en todo el mundo, siendo la principal causa de infarto de miocardio y accidentes cardiovasculares (ACV) (1). Además, puede acarrear complicaciones a nivel de los riñones, el cerebro y el corazón, cuando está mal controlada. Adquirir herramientas para regular o bajar la presión arterial, es clave para tratar la hipertensión a lo largo del tiempo. La medicación es importante, pero el tratamiento debe ser integral, es decir debe tener en cuenta factores del estilo de vida como la alimentación, el manejo del estrés y la práctica regular de actividad física (1,2).
La Dieta DASH o “Dietary Approaches to Stop Hypertension” (enfoques dietarios para detener la hipertensión), es reconocida a nivel mundial como una estrategia para reducir la presión arterial, tanto sistólica como diastólica (el valor “alto” y el “bajo”). Es recomendada por organizaciones como la American Heart Association para el tratamiento no farmacológico de la hipertensión. Aunque funciona para bajar la presión arterial tanto en personas con hipertensión, como con pre-hipertensión y presión normal (2).
Es un patrón dietario basado en el consumo de: frutas, vegetales, lácteos descremados, cereales integrales, legumbres y frutos secos, carnes blancas como aves magras y pescados.
Además, busca reducir el consumo de carnes rojas, cortes grasos de carnes, dulces, bebidas azucaradas y productos altos en grasas totales, grasas saturadas y colesterol (2).
Así, la dieta DASH contempla el aporte de nutrientes protectores cardiovasculares como potasio, magnesio, fibra y proteínas vegetales. A la vez que reduce el aporte de grasas saturadas, azúcares agregados y colesterol, que aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular, dislipemias y diabetes (2).
Según The British Journal, mediante estudios científicos, se ha relacionado a la Dieta DASH con una reducción del 13% del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares a lo largo de 10 años, como consecuencia de la hipertensión (2).
El método utilizado para estos cálculos es el Score de Framingham, que tiene en cuenta variables como sexo, edad, tabaquismo, niveles de presión arterial y de colesterol y la existencia o no de diabetes. Estos son considerados factores de riesgo para la ocurrencia de eventos cardiovasculares como infarto de miocardio y ACV (2).
Según la OMS, la recomendación de consumo de sodio para hipertensos es menor a 5 g de sal al día, lo cual equivale a 2.3 g de sodio, ya que la sal de mesa se compone tanto de sodio como de cloro.
Recuerda que el sodio no sólo se encuentra en la sal común. También está presente en muchos de los productos consumidos a diario, sobre todo en salazones y en ultraprocesados. Los productos alimentarios más altos en sodio son: jamones y fiambres, quesos duros, enlatados, caldos y sopas industriales, algunas gaseosas, galletas dulces o saladas industriales y panes industriales. Intenta minimizar o eliminar el consumo de estos productos en tu dieta habitual. Esto ayudará a reducir el impacto del sodio en tus niveles de presión arterial (2).
Además, otros aspectos combinados como la moderación del alcohol, la restricciones del consumo de sodio, un IMC < 25 (que indica que no hay sobrepeso ni obesidad), junto con la adopción de la dieta DASH, parecen reducir entre 10 a 15 mmHg de presión sistólica, lo cual representa un descenso significativo de la misma (3).
Los mmHg son la unidad en que se mide la presión arterial. Significan “milímetros de Mercurio”, interpretados como “puntos” a la hora de leer los valores de presión.
Se recomienda consultar con un especialista en cardiología a la hora de realizar actividad física, para determinar cuál es la intensidad y frecuencia adecuada para cada persona, ya que no es aconsejable sobre exigir el corazón si existe riesgo o presencia de enfermedad cardiovascular (3).
Además, se ha evidenciado un menor riesgo de ACV, ante el consumo diario de al menos 3.500 mg de potasio (4). Según la NIH, el aporte diario de potasio en adultos debe ser al menos 2.600 mg para mujeres y 3.400 mg para hombres (5).
La Dieta DASH es beneficiosa en este punto, ya que se compone de alimentos altos en potasio y bajos en sodio, como banana, palta, papa, acelga, espinaca, pasas, frutos secos y legumbres. Por último, para apreciar sus beneficios, el consumo adecuado de potasio debe ir acompañado de un bajo consumo de sodio (4).
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Licenciada en Nutrición Magalí Pezzarini
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