Ya hemos hablado anteriormente del síndrome de intestino irritable, un trastorno funcional gastrointestinal, que se caracteriza por presentar dolor abdominal, gases, diarrea y/o estreñimiento, pero del cual, actualmente, no se conoce la causa exacta (1).
Si bien la fisiopatología del intestino irritable sigue siendo desconocida, se sabe que la genética, la hipersensibilidad visceral (lo que significa, ser más susceptible al dolor en los órganos), las intolerancias alimentarias, la alteración del eje intestino- cerebro, la dismotilidad intestinal (músculos del intestino no funcionan correctamente), la disfunción inmunitaria, y la disbiosis (desequilibrio de la microbiota intestinal), son características que distinguen al síndrome de intestino irritable (1,2).
Por otro lado, la dieta es uno de los factores clave en el tratamiento del síndrome de intestino irritable. Primero, porque la ingesta de algunos alimentos, está relacionada con la aparición y empeoramiento de los síntomas, como los alimentos con alto contenido de FODMAP (oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos, y polioles fermentables) (1,2).
Segundo, porque la dieta es un factor ambiental que puede inducir la disbiosis intestinal, afectando el sistema inmunológico de la persona, y su estado de salud en general. Por lo tanto, la relación entre la dieta y la microbiota intestinal, podría tener relación con el desarrollo del síndrome de intestino irritable (1).
Por este motivo, hoy te brindaremos toda la información sobre un grupo de sustancias que han recibido recientemente mucha atención, por su interacción con la microbiota, y por su papel en el desarrollo del síndrome de intestino irritable: los aditivos alimentarios (1).
¿Qué son los aditivos alimentarios?
Los aditivos alimentarios, son sustancias que se añaden a los alimentos, para mantener o mejorar su frescura, su inocuidad, su sabor, su textura, su aspecto, y prolongar su vida útil. Estas sustancias, se incorporan intencionalmente a casi todos los alimentos ultra procesados, y la utilización de estos en el procesamiento, está regulado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en los Estados Unidos, y por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) en Europa (1,4).
En la actualidad, estudios científicos han determinado que existe una interacción entre los aditivos alimentarios y la microbiota intestinal, afectando la salud de las personas. Por ejemplo, se ha asociado el consumo prolongado de aditivos alimentarios, con el desarrollo de colitis, enfermedades metabólicas, y desarrollo potencial de síndrome de intestino irritable (1).
A continuación, te presentamos los tipos de aditivos estudiados científicamente, los cuales han sido relacionados con el desarrollo y los síntomas del intestino irritable.
Aditivos alimentarios: Edulcorantes no calóricos
Los edulcorantes artificiales no calóricos, son edulcorantes sintéticos no nutritivos, caracterizados por brindar un mayor poder endulzante, sin aumentar la ingesta calórica. El acesulfamo K, el aspartamo, el ciclamato, la sacarina, y la sucralosa, son ejemplos de este tipo de edulcorantes, y los podemos encontrar en productos como refrescos y bebidas gaseosas, dulces y postres sin azúcar, y productos lácteos como el yogurt.
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Efecto de los edulcorantes no calóricos en la microbiota y el intestino irritable
Según estudios recientes, el consumo de los edulcorantes mencionados anteriormente, están relacionados a disbiosis intestinal, la cual es un desequilibrio de la microbiota, en donde disminuye la cantidad de bacterias protectoras para nuestro cuerpo.
Además, el consumo de los edulcorantes no calóricos, está asociado también al incremento de bacterias asociadas a enfermedades, y que posiblemente pueden desencadenar inflamación intestinal, y síntomas del síndrome de intestino irritable.
Aditivos alimentarios: Polioles
Los polioles, o también llamados polialcoholes, son un grupo de azúcares que no se absorben completamente en nuestro intestino, sin embargo, durante su paso por los intestinos, absorben agua, las bacterias intestinales los fermentan, y en las personas con síndrome de intestino irritable, que tienen una mayor sensibilidad, pueden causar síntomas como dolor e hinchazón abdominal (1,5).
El eritritol, maltitol, sorbitol, y xilitol, son los polioles aprobados por organizaciones como la FDA y EFSA, y son usados como edulcorantes, en la producción de chicles, golosinas, y bebidas. Sin embargo, los polioles también se encuentran naturalmente en alimentos como en las ciruelas, manzanas, champiñones, y coliflor.
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Efecto de los polioles en la microbiota y el intestino irritable
Según estudios científicos, a diferencia de los edulcorantes no calóricos, los polioles podrían brindar efectos beneficiosos para la microbiota intestinal. Esto debido a que las bacterias intestinales fermentan los polioles, para sintetizar ácidos grasos de cadena corta, como el butirato.
Este tipo de ácidos grasos, tienen efecto antiinflamatorio, participan en el metabolismo de la energía, mejoran la motilidad intestinal (movimiento del intestino), y brindan protección al aparato gastrointestinal (contribuyendo a la formación de la mucosa intestinal).
Sin embargo, en las personas con síndrome de intestino irritable, los polioles muchas veces son asociados con el desarrollo de síntomas, es por esto, que este grupo de edulcorantes forma parte de los FODMAPs, siendo excluidos de la dieta de las personas con este trastorno.
Por lo tanto, es indispensable identificar si realmente los alimentos con polioles son los desencadenantes de síntomas en el intestino irritable, recordemos que no todas las personas con este trastorno son sensibles a todos los FODMAP necesariamente. Asimismo, no se recomienda realizar la dieta baja en FODMAPs por un tiempo prolongado, para no causar un desequilibrio en la microbiota intestinal.
Aditivos alimentarios: emulsionantes
Los emulsionantes son aditivos utilizados para facilitar el procesamiento, y para mejorar la textura y la vida útil de los alimentos. La carboximetilcelulosa (también llamado CMC), y el polisorbato, son ejemplos de sustancias emulsionantes, y los podemos encontrar en alimentos procesados como: salsas, pudines, margarina, y helados.
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Efecto de los emulsionantes en el síndrome de intestino irritable
Los emulsionantes, pueden alterar la composición de la microbiota intestinal, aumentando el número de bacterias que pueden agravar los síntomas característicos del síndrome de intestino irritable. Además, estos compuestos afectan la mucosa que cubre y protege al intestino, aumentando la permeabilidad de la barrera intestinal, y permitiendo el paso de bacterias patógenas, y activando respuestas inmunitarias como la diarrea.
Si bien algunos estudios, mencionan que los emulsionantes pueden causar inflamación intestinal, y alterar la mucosa y microbiota intestinal, dando origen al síndrome de intestino irritable, estos hallazgos deben ser más estudiados científicamente.
Aditivos alimentarios: Colorantes
Como su nombre lo dice, los colorantes son los encargados de modificar el color de los alimentos, y estos se pueden encontrar en productos como: quesos, salsas, leches desnatadas, helados, pasteles, golosinas, chocolates, y chicles.
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Efecto de los colorantes en el síndrome de intestino irritable
Al igual que la mayoría de aditivos mencionados anteriormente, los colorantes también pueden inducir a disbiosis, alterando la composición de la microbiota, e incrementando el número de bacterias de familias y géneros específicos, las cuales están involucradas con el desarrollo del síndrome de intestino irritable.
Aditivos alimentarios: conservantes
Los conservantes alimentarios, son los aditivos encargados de retrasar la degradación de los alimentos, inhibiendo el crecimiento de bacterias, hongos, y la oxidación de los diversos ingredientes en un producto procesado. El benzoato de sodio, el nitrato de sodio, y el nitrito de sodio, son un ejemplo de conservantes artificiales antimicrobianos, y es precisamente este grupo, en el que se ha estudiado la relación con el síndrome de intestino irritable.
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Efecto de los conservantes en el síndrome de intestino irritable
Actualmente, hay muy poca información sobre la relación de los conservantes, la alteración de la microbiota intestinal, y el intestino irritable. Sin embargo, los estudios realizados hasta la fecha, indican que estas sustancias son capaces de reducir significativamente el número de bacterias antiinflamatorias que componen la microbiota, en comparación con las bacterias proinflamatorias.
Esto indicaría, que los conservantes podrían incrementar la inflamación intestinal, en personas con síndrome de intestino irritable.
Entonces, ¿Cuál es la relación de los aditivos alimentarios y el síndrome de intestino irritable?
En conclusión, los aditivos alimentarios como los edulcorantes no calóricos, los emulsionantes, los colorantes, y los conservantes, alteran la composición de la microbiota intestinal. Esta alteración o desequilibrio de la microbiota, incrementa el riesgo de inflamación, lo que conlleva tener un mayor riesgo de desarrollar enfermedades como el síndrome de intestino irritable. Además, este desbalance también puede afectar la función del intestino, como la disminución del movimiento intestinal.
Por otro lado, si bien los polioles no tienen un impacto negativo en la microbiota intestinal, estos compuestos forman parte de los FODMAP, los cuales están asociados al desarrollo de los síntomas del intestino irritable, por tal motivo, se recomienda evitar su consumo en las personas que lo padecen.
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Bibliografía
- Rinninella E, Cintoni M, Raoul P, Gasbarrini A, Mele MC. Food Additives, Gut Microbiota, and Irritable Bowel Syndrome: A Hidden Track. Int J Environ Res Public Health. 2020 Nov 27;17(23):8816. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7730902/
- Suárez González M., Díaz Martín J. J., Treviño S. J., Bousoño García C.. Effect of healthy eating before intervention with a low FODMAP diet in pediatric patients with irritable bowel syndrome. Nutr. Hosp. [Internet]. Disponible en: https://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=S0212-16112019000200275&script=sci_arttext&tlng=en
- Cozma-Petruţ A, Loghin F, Miere D, Dumitraşcu DL. Diet in irritable bowel syndrome: What to recommend, not what to forbid to patients! World J Gastroenterol. 2017 Jun 7;23(21):3771-3783. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5467063/
- World Health Organization. Food additives. 2018. Disponible en: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/food-additives
- Monash University. FODMAPs and Irritable Bowel Syndrome. Disponible en: https://www.monashfodmap.com/about-fodmap-and-ibs/