Entrevista a Lic. Yamila Palloni de Somos Fit: Estrategias de Compras Saludables en el Supermercado

estrategias de compras saludables en el supermercado

En esta oportunidad la Lic. en Nutrición Magalí Pezzarini, del equipo Gundo, entrevista a Yamila Palloni, Lic. en Nutrición y creadora de Somos Fit, comunidad presente tanto en Argentina como en Chile, para profundizar sobre la temática: compras en el supermercado y qué estrategias pueden ser viables para que estas sean lo más saludables posibles. 

El enfoque tiene en cuenta más que nada a los supermercados y grandes retailers, con el objetivo de proporcionarles una mirada que los ayude a posicionarse mejor en el pujante mercado del consumo saludable, que viene adquiriendo mayor importancia en los últimos años. 

La Lic. Nutrición Yamila Palloni, al finalizar sus estudios descubrió que su pasión era la educación nutricional y la nutrición deportiva, motivo por el cual inició su Certificación en Nutrición Deportiva, Certificación Internacional como Antropometrista ISAK nivel II, Coach ontológico y comenzó con su cuenta @yaminutri.

¡Gracias Yamila por esta valiosa entrevista!

 

MP: Dado el creciente interés por parte de los consumidores en los alimentos saludables, ¿cómo crees que ha evolucionado la oferta de productos saludables en los supermercados en los últimos años? 

YM: Ha incrementado la oferta, obviamente por un aumento de la demanda de este tipo de productos que tienden a ser un poco más saludables que sus versiones tradicionales, como por ejemplo representaciones de quesos descremados y representaciones más inclusivas, como una persona que decida llevar una alimentación basada en plantas que tenga opciones de bebidas vegetales que no tengan que ver con leches animales. Y esto empezó a aparecer recién en los últimos en los últimos años, por no decir el último año, porque, digamos, en algún punto no había oferta de este tipo de productos, era muy poco inclusivo y era solamente orientado hacia por algún tipo de patronal. Hoy esto ha empezado a cambiar. 

Realmente ha sido mucho más abarcativa la propuesta de valor hacia un consumidor más específico, que busca alimentos con aspectos más nobles que antes. Este consumidor solamente podría ir a una dietética o almacén de barrio. Hoy en día tiene un poco más de opciones, no todas, porque ahí viene el punto… No todas las opciones, pero sí una mayor propuesta.

Por ejemplo, la harina integral de trigo genuina. No harina blanca con salvado de trigo. Podemos decir que hace un año que está en una góndola de un supermercado grande, sino la gente antes tenía que sí o sí y un almacén o dietética de barrio. Sin embargo, una harina de arroz integral no la vas a encontrar. Es solamente por ahí, en algún supermercado muy de nicho, muy específico. En los barrios más comunes no vas a encontrar más variedad que una harina de trigo integral. Pero ni siquiera de arroz. 

MP: Sí, sí, totalmente. Por lo menos así se maneja el mercado de alimentos en Argentina. En otros países puede ser diferente. Entonces, en este sentido ¿conoces algunos ejemplos de estrategias que han tenido éxito y han sido implementadas por los supermercados para promover la compra de estos productos? 

YP: Desde mi perspectiva, no sé si han tenido que hacer algún tipo de estrategia para publicitarlos más. Citando la típica estrategia de cuando llegas a la caja que aparezcan los productos que son más chiquitos y que se compran más de pasada. De hecho, generalmente cuando voy a un supermercado (y lo percibo siempre), las versiones de harina integral, hablando particularmente de ese ejemplo, siempre están abajo. O sea, no están a la vista.

MP: En un entorno minorista altamente competitivo, ¿cuál consideras que es el papel crucial de los supermercados en la promoción de las elecciones de compra más saludables entre los consumidores? 

YP: Primero y principal, en mi opinión, se están perdiendo un gran mercado los supermercados, porque como decíamos hace un rato, es difícil encontrar esos productos y la gente justamente como no sabe que hay algunas opciones diferentes, y hoy en día hay un consumidor mucho más inteligente, inteligente en el sentido de la búsqueda de este tipo de productos.

De hecho, las decisiones de los consumidores hoy en día (y eso está demostrado a nivel mercado), están 100% orientadas hacia la sustentabilidad del planeta y del mundo en general y hacia una elección más saludable. Porque en algún punto lo sustentable también trata de ir mucho de la mano hacia lo sustentable humanamente. O sea, desde el humano y la calidad de vida. Primero y principal para mí al supermercado le está faltando información para actualizarse y cuanto antes cambiar su paradigma, porque se está quedando sin este tipo de consumidor, que hoy en día cada vez es el que más decide, porque es el que hace las compras por internet, el que quiere hacer una compra de muchas cosas y no solamente en el mercadito de la esquina.

Entonces, en general para mí se está perdiendo un gran consumidor y un gran mercado. Ahora: ¿Cuál es el papel? Es un papel altísimo. El consumidor nuevo, que ya piensa distinto, es el que no se siente tan identificado con ese supermercado grande. Y el que sigue yendo al supermercado grande, no cambia su consumo porque en realidad no está estimulado su cambio. 

¿Qué pasaría si realmente se implementaran estrategias? Me parece que tiene un papel recontra importante en el paradigma de la mejora de la calidad de vida de todos y de la humanidad, y me parece que deberían estar en el mismo lugar que los paquetes de miles de golosinas que hay llegando a las cajas. Estaría buenísimo que haya empaquetados más sustentables y más saludables en todo sentido. Sería un gran cambio de paradigma, que creo que necesitamos. Así que el rol que tiene para mí es fundamental.

MP: El supermercado es un actor clave en lo que es la alimentación a nivel mundial, y podríamos considerar entonces respecto a esta opinión que se están perdiendo una posible oportunidad no de crecimiento y de ampliación de la variedad de productos que pueden ofrecer. Porque, como decís, hay consumidores cada vez más específicos y más exigentes en lo que buscan consumir, porque hay más conciencia a nivel general. 

YP: Sí, de hecho tienen que hacer un cambio de paradigma cuanto antes, porque realmente se quedan con un potencial cada vez más bajo de compra y de hecho eso se nota y se evidencia porque cuando haces research de usuario averiguando ¿dónde hacen sus compras? La mayoría dice “hago compras grandes, pero hago compras chicas”. “¿Por qué?” “Y por qué la harina de garbanzo, la harina de legumbre, la harina de lentejas no la encuentro en el supermercado”. “¿Y entonces, por qué vas al supermercado?” Y los consumidores contestan “Porque ahí tengo lo más grande que necesito y entonces me sirve, me hago una compra de varias cosas que en el mercadito de la esquina no consigo”. Entonces cuando aparezca un retail que lo empiece a hacer, para mí va a ser un buen visionario, porque la realidad es que creo que no está resuelto ese problema del consumidor actual.

MP: ¿Qué ejemplos de estrategias se te ocurren que pueden adoptar los supermercados en este sentido para poder destacar más estos alimentos saludables y fomentar que se compren? 

YP: Si, una de ellas, que es justo la que mencioné hace un ratito, es que por ejemplo, llegando a la caja suele haber productos que son típicos y pequeños, que se relacionan con compras más impulsivas. Esas decisiones pueden influenciar para que sean impulsivas pero positivas para la salud. Por ejemplo, si llegamos con hambre a la caja y vemos un paquete de confites versus un paquete de frutos secos… Si sos un consumidor que ya tiene cierta conciencia, vas a tomar una decisión muy probablemente más consciente, porque tenés las dos opciones, tenés para elegir. Hoy en día no hay para elegir. Entonces, ahí precede el hambre, la decisión impulsiva, o sea el confite, porque es lo único que hay. Pero qué pasa si hay también productos que pueden servir para una decisión impulsiva pero que apelen más a la conciencia del consumidor que hoy en día ya lo está implementando. 

Eso por un lado. Otras estrategias: Ampliar la oferta de las góndolas. Por ejemplo en el sector de productos para panificación. La única harina que hay es harina de trigo refinada y harina de trigo integral. No hay mucho más para elegir. Tomando referencia de otros mercados del mundo. Pero también existen las harinas de garbanzos, de lentejas, harina de arroz, etc. O sea, hay más opciones para el consumidor, pero no se ofrecen. 

MP: Exacto. Entonces podríamos decir que por una parte los supermercados pueden visibilizar más los productos saludables, como por ejemplo frutos secos, que podríamos considerar snacks saludables. Y por otro lado, aumentar la variedad de los productos que ofrecen, ¿no? Esas dos estrategias principalmente. 

Respecto a la información nutricional en el etiquetado de los alimentos… Sabemos que desempeña un rol fundamental en la toma de decisiones informadas por parte de los consumidores. ¿Cómo pueden los supermercados facilitar el acceso a esta información de manera clara y efectiva para ayudar a los compradores a elegir de forma más saludable? A través de esta información nutricional. 

YP: Es un poco difícil eso. Pensando en cómo un supermercado podría facilitar esa información desde la perspectiva de la góndola, porque siempre cuando vemos un rótulo o un etiquetado, siempre hay que mirarlo en el contexto, porque si vos por ejemplo ves un rótulo de un aceite y pensas “ah, esto es malísimo, tiene un montón de grasa, un montón de calorías”, pero estás viendo solo la etiqueta… 

Se me ocurre pensar en alguna manera de dar a entender un poco ese contexto: que ese producto, si bien tiene un montón de grasa y calorías, entra en una categoría de un alimento que podríamos considerar un alimento saludable. ¿Por qué? Porque el grado de procesamiento es casi nulo. Y además que si bien es hiper denso en calorías, tiene nutrientes que nuestro cuerpo necesita. O sea, el contexto de ese alimento. ¿Y para mí la mejor forma de contextualizar un alimento es, primero: a través del grado de su procesamiento, si es un alimento real o es un alimento que pasó por diferentes etapas productivas. Que el consumidor puede entender cuál es cuál, cuál más industrializado y cuál no, y después en función de eso ponerle contexto: si bien puede tener todo esto,  ¿qué otras cosas positivas sí aporta? Por ejemplo: Vitamina E, grasas saludables que el cuerpo necesita, Omega 3, omega 9. Obviamente dependiendo del tipo de aceite.

Por otro lado, poner en contexto cuál es la porción de consumo para que también podamos entender ese alimento en una porción de consumo, ya sea del alimento que está industrializado y el que no. Si está dentro de la categoría de ultra procesados, entonces el consumidor decide si lo come o no lo come, pero todo lo demás es “cotillón”. 

Para mí el principal diferenciador del supermercado debería ser ayudarnos a tomar esas decisiones, dar a conocer el grado de procesamiento en relación a otros productos. Y en función de eso destacar parámetros positivos poniéndole un contexto a ese alimento para que el consumidor lo pueda entender y tomar la decisión que quiera. Porque a la información nutricional no la podemos aislar en el momento de interpretarlo. 

A la información la tenés que adecuar a las necesidades de cada persona, a los requerimientos, al tipo de consumidor, etcétera. Y en ese sentido, la guía con la que cuentan las personas a la hora de comprar es casi nula, porque no saben interpretar la información nutricional. Ahí es donde Gundo entra como una herramienta posible para ayudar a esos consumidores a entender las etiquetas. Después también en el ámbito de la consulta nutricional también se trabaja sobre eso. Pienso que siguiendo la línea de lo que dijiste, los supermercados podrían quizás categorizar estos productos, ofrecer una categorización, por ejemplo: estos alimentos son altos en proteínas, estos son alimentos poco procesados. Igualmente creo que también estamos poniéndole mucha responsabilidad a un supermercado.

MP: Completamente de acuerdo en que los supermercados no son responsables 100% de esto. Hay otros actores también a tener en cuenta, como las marcas, o sea los productores de alimentos. Por otra parte, también el Estado, que intenta regular a través del etiquetado ciertas leyes y demás. También estamos los consumidores.

Es decir, hay un montón de actores que van a influir en este proceso de compra, pero esta entrevista está enfocada a tratar de aumentar el abanico de ideas y posibilidades (desde la perspectiva de una nutricionista) para ayudar a que los supermercados justamente se posicionen mejor y así nos veamos beneficiados también los consumidores a nivel de la salud y la libertad de opciones. Es como una rueda que se retroalimenta.

En un mundo cada vez más digital, las compras en línea están en aumento. ¿Qué recomendaciones tienes para los supermercados que buscan trasladar las estrategias de compras saludables al entorno del comercio electrónico o del e-commerce y brindar una experiencia igualmente beneficiosa para los consumidores también?

YP: Voy a volver un poco a la misma al mismo punto: Ampliar la variedad. Hoy en el comercio digital electrónico de supermercados, grandes supermercados, no hay opciones de por ejemplo harinas alternativas. El otro día traté de hacer una cotización y no encontré opciones. Harina de trigo integral había tres marcas, quise buscar harina de garbanzos y no había ninguna. Busqué premezcla sin gluten, tampoco harina de arroz. Estamos hablando de líneas de supermercados grandes, de hipermercados. Siento que necesitamos disponibilizar esos productos. 

Otro aspecto a tener en cuenta es que muchos productores empezaron a buscarle la vuelta para que los productos dejasen de tener sellos de advertencia. Hay algunos que lo lograron y el producto no tiene, no tiene hexágono. Como sucede por ejemplo con los quesos untables, que muchos de ellos pasaron a tener sellos. Entonces ahí, por ejemplo, una estrategia del supermercado en línea podría ser que un queso untable sin sellos aparezca primero. Apareciendo primero porque es más saludable, porque se reversionó.

MP: Buenísimo. Sabes que te comento que también en Gundo tenemos esa funcionalidad implementada en la aplicación, a través de la cual los alimentos están ordenados en ciertas categorías de más a menos saludables, bajo ciertos criterios como cantidad de azúcares agregados, cantidad de ingredientes, cantidad de sodio, cantidad de grasas saturadas. 

¿Qué sinergias pueden desarrollarse para lograr un impacto positivo en la salud de los consumidores de parte de la industria alimentaria en conjunto con los profesionales de la salud? 

YP: Primero como sinergia positiva, creo que al supermercado le vendría muy bien este tipo de educación, pero a esa categorización el supermercado no tiene por qué saberla. Obviamente tiene que haber una instrucción por parte de un profesional que oriente esa categorización y después el profesional en algún punto también envía al consultante o al paciente a comprar determinados productos, determinadas cosas. 

Sería poder darle una solución al consumidor diciéndole a un paciente o un consultante “Mira, en este supermercado tenés todo lo que yo te estoy diciendo que está bueno que hagas. Es muy fácil, muy accesible porque lo puedes buscar por producto, puedes buscar por categorías, puedes buscar de más o menos saludable y vas a encontrar todo lo más saludable del mercado en un solo lugar”. Nosotros como nutricionistas, queremos hacerle la vida más fácil a nuestros pacientes y el supermercado por su parte, obviamente sale ganando porque va a obtener un mercado que hoy no está pudiendo abastecer por esas razones.