Descifra el Hambre: Emocional vs. Real

comer por ansiedad

En numerosas ocasiones, nos encontramos comiendo sin tener una necesidad real de alimentos, y esto se conoce como hambre emocional. 

¿Cómo distinguir hambre real de hambre emocional?

Aprender a distinguirlo es el primer paso para enfrentarlo. Acá te proporciono una lista de características que te ayudarán a reconocer cuándo estás experimentando hambre emocional:

  • Selectivo: Este tipo de hambre es exigente y selectivo. No todos los alimentos son iguales; preferimos ciertos alimentos debido a su capacidad para liberar dopamina, una sustancia que nos brinda placer.
  • Sorpresivo: Aparece de manera inesperada, y te sientes impulsado a comer algo de inmediato.
  • Efímero: Desaparece cuando dejas de prestarle atención o cambias el foco de tu mente.
  • Urgente: Sientes una necesidad inmediata de satisfacerlo, incluso si eso significa salir a altas horas de la noche en busca de comida (aunque sea una exageración figurativa).
  • Desvinculado de tus horarios de comida regulares: Puede atacarte a cualquier hora, incluso poco después de haber comido una comida completa y nutritiva.
  • Relacionado con tus emociones: Lo experimentas en respuesta a emociones como tristeza, aburrimiento o felicidad. Buscas la gratificación emocional a través de la comida y sueles elegir alimentos específicos que sabes que te proporcionarán ese placer deseado.

La pregunta clave es: ¿Es incorrecto buscar la gratificación a través de la liberación de dopamina? En realidad, no es bueno ni malo por sí mismo. Sin embargo, se convierte en un problema cuando se vuelve incontrolable, adictivo y domina nuestras elecciones alimenticias.

Existe una solución: puedes aprender a controlar el hambre emocional deteniendo momentáneamente tu cerebro.

Cuando sentimos este tipo de hambre, buscamos sentirnos mejor a través de la comida, activando un circuito de recompensa en el cerebro. Lamentablemente, cuando no podemos controlar estos impulsos y necesitamos estimular repetidamente ese circuito, puede surgir la culpa debido al exceso.

 

¿Qué puedes hacer cuando comes por cuestiones emocionales? 

Aquí tienes algunos consejos para no caer en la trampa del hambre emocional:

  1. Antes de reaccionar ante el impulso, toma un breve momento para pensar.
  2. Pregúntate si realmente tienes hambre o si podrías estar simplemente sediento. Beber un vaso de agua y esperar unos minutos puede ayudarte a aclarar esto.
  3. Si determinas que no hay hambre real, sino hambre emocional, toma una decisión consciente sobre cómo actuar. Si decides comer, hazlo con moderación y disfruta de la comida sin prisas.
  4. Si decides que realmente no deseas comer, está perfectamente bien.

La clave aquí es la diferencia entre actuar y reaccionar: tomar una decisión consciente basada en un pensamiento analítico en lugar de ceder ante un impulso inmediato. 

Recuerda, pedir ayuda está bien, y si sientes que esto te supera, no dudes en buscar apoyo psicológico y nutricional para evitar que el hambre emocional controle tu vida. En SomosFit nos enorgullece ofrecerte nuestra ayuda para lograr tus objetivos de salud.

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