Alergias Alimentarias

¿Qué son las alergias alimentarias?

Las alergias alimentarias ocurren cuando el sistema inmunitario reacciona a ciertas proteínas presentes en ciertos alimentos. Los principales alérgenos son: cereal de trigo, altramuces, crustáceos, moluscos, pescado, huevo, leche y derivados, soja, maní, frutos de cáscara, granos de sésamo, mostaza y derivados, apio, dióxido de azufre y sulfitos (1,2). Afecta a > 1 – 2% y < 10% de la población, siendo más prevalentes en niños menores de 3 años, que, al crecer, suelen resolver la alergia y pueden consumir alimentos que antes les causaban una reacción (3). La alergia más común en niños es la alergia a la proteína de la leche de vaca y raramente persiste luego de los 3 – 4 años. A diferencia de esta, la alergia a maní, nueces y cierta comida de mar persiste toda la vida y los síntomas suelen ser fatales (1,3).

Las alergias alimentarias son causadas por una combinación de factores genéticos y ambientales y algunos de los principales factores de riesgo son:

Factores de riesgo:

• Historia familiar de alergias alimentarias
• Historia familiar de enfermedades atópicas (asma, rinitis)
• Exclusión de ciertos alérgenos durante la introducción de alimentos en el primer año de vida
• Género masculino
• Introducción de alimentos antes de los 4 meses de edad
• Personas con alergias alimentarias con mayor riesgo de anafilaxis:
  • Adolescentes
  • Asmáticos
  • Alergia a maní, nueces, mariscos y moluscos (1,4).

Las alergias alimentarias desarrollan signos y síntomas a nivel digestivo, respiratorio y dérmico (piel). Los síntomas a nivel respiratorio se presentan minutos después de haber ingerido el alimento, mientras que los síntomas a nivel digestivo pueden demorar de horas a días tras un consumo constante del alérgeno. Los síntomas y signos que se presentan son leves, moderados e incluso mortales. La anafilaxia es una reacción alérgica severa en la que se presenta dificultad para respirar y pueden llegar a presentar insuficiencia cardiaca (1).

Síntomas digestivos:

• Distensión abdominal
• Dolor abdominal y cólico
• Náusea y vómitos
• Diarrea
• Heces con estrías de sangre

Síntomas respiratorios y dérmicos (piel):

• Congestión nasal
• Estornudos
• Tos
• Anafilaxis
• Rash y sarpullido (3,4).

Las principales consecuencias tras la ingesta de los alérgenos mencionados son los signos y síntomas a nivel respiratorio, digestivo y dérmico. Cuando se realizan muchas restricciones alimenticias, pueden manifestarse deficiencias nutricionales por micronutrientes o macronutrientes y en infantes puede detenerse el crecimiento ponderal (4). Por esta razón es importante llevar un asesoramiento médico y nutricional.

En los casos de riesgo de anafilaxis, se sugiere llevar un epi-pen (inyección de epinefrina) siempre consigo para evitar consecuencias fatales (4).

El tratamiento de las alergias alimentarias consiste en la exclusión del alimento que provocó los signos y síntomas. Si no hay mejora, se deben excluir todos aquellos alimentos conocidos como alérgenos; cereales de trigo, altramuces, crustáceos, moluscos, pescado, huevo, leche y derivados, soja, maní, frutos de cáscara, granos de sésamo, mostaza y derivados, apio, dióxido de azufre y sulfitos. Es importante saber, que incluso pequeñas cantidades del alérgeno pueden detonar reacciones alérgicas severas (1,2).

También es importante conocer la terminología que permite identificar alérgenos “escondidos” en la etiqueta nutricional de los alimentos empacados (3).

Al cocinar en casa, se recomienda realizar primero la preparación sin alérgenos y luego preparar los demás platillos, de esta manera se evita cualquier tipo de contaminación cruzada. Al comer fuera de casa, es importante preguntar detalladamente si el plato seleccionado contiene algún alérgeno (3).

Los niños que presentan alergias alimentarias, excluyendo la alergia a las nueces, maní o comida de mar pues suelen ser para toda la vida, se recomienda que luego de los 3 años se realice una introducción gradual de los demás alérgenos. Conforme se introducen pequeñas cantidades, se debe evaluar si hay reacción alérgica ante el alimento o no, esto determinará si avanzar o no en el proceso de reintroducción. Al asistir a la escuela, es importante informar detalladamente el plan alimenticio para evitar reacciones alérgicas fatales. La infancia es una etapa complicada ya que es difícil regular la ingesta, pero luego es importante educarse para llevar una alimentación segura (3).

El seguimiento y control con un médico y nutricionista es esencial para el adecuado control de las alergias. GUNDO es una herramienta que te ayudará a seleccionar aquellos alimentos que beneficiarán tu salud y hará que la experiencia de compra en supermercado sea más placentera y acertada. Únete a nuestra comunidad y síguenos en redes sociales para más información.