Intolerancia a la Lactosa

¿Qué es la intolerancia a la lactosa?

La lactosa es una molécula formada por dos compuestos llamados glucosa y galactosa. Esta es encontrada en la leche y sus derivados y esta necesita ser digerida por una enzima encontrada en el intestino delgado llamada Lactasa. La función de la Lactasa es hidrolizar o descomponer la lactosa en sus dos compuestos principales para así ser digerida y absorbida. Cuando una persona tiene deficiencia de la enzima lactasa, no podrá digerir la lactosa, por ende será intolerante a la lactosa (1).

La principal causa de una intolerancia a la lactosa es por una deficiencia de lactasa primaria, la cual ocurre por una reducción gradual de la actividad de la enzima relacionado a la edad en donde desde la infancia la lactasa inicia a disminuir su actividad y los síntomas se presentan en la adolescencia o al inicio de la vida adulta. Otra causa de intolerancia a la lactosa es por una deficiencia de lactasa secundaria, la cual ocurre por una lesión del intestino por enfermedades inflamatorias o infecciosas como enfermedad celíaca, uso de antibióticos, enfermedad de Crohn, entre otros (2). Otra causa de intolerancia a la lactosa es porque desde el nacimiento hay una ausencia o disminución de la actividad de la enzima lactasa debido a la genética, y este tipo de intolerancia generalmente se presenta en los recién nacidos (2).

La intolerancia a la lactosa es un síndrome clínico caracterizado por dolor y distensión abdominal, flatulencias y diarrea secundaria al consumo de lactosa, es por eso que ha sido definida principalmente como una maldigestión y malabsorción de lactosa (1, 2).

La intolerancia a la lactosa tiene un buen pronóstico y la mayoría de las personas que la presentan logran tener una mejor calidad de vida cuando realizan modificaciones dietéticas. Sin embargo, entre sus complicaciones principales puede ser una pérdida de peso no deseada, osteoporosis y osteopenia (2).

Se debe limitar el consumo de lactosa evitando alimentos y productos lácteos y sus derivados. De igual manera se pueden consumir lácteos que contengan lactasa y se recomiendan suplementos de calcio en caso no se logre consumir de otras fuentes. Una vez se evitan los productos con lactosa, los síntomas de esta enfermedad mejoran. Idealmente se deben evitar productos tales como: leche, queso, helado, crema, mantequilla, margarina, yogurt, entre otros. El yogurt griego es el que menos lactosa tiene por lo que puede no provocar síntomas en algunas personas (2).

El seguimiento y control con un médico y nutricionista es esencial para el adecuado control de las intolerancias alimentarias. GUNDO es una herramienta que te ayudará a seleccionar aquellos alimentos que beneficiarán tu salud y hará que la experiencia de compra en supermercado sea más placentera y acertada. Únete a nuestra comunidad y síguenos en redes sociales para más información.